Renovar la ilusión del Amor.
Escúchame hace unos meses en una misa a la que asistí en París que nos encontramos en la época de la historia más cargada de extracciones para escuchar la voz de Dios en nuestras vidas .
Y es que aunque parezca mentira nacimos en un siglo de grandes así distracciones donde hemos ido poco a poco deshumanizándonos y escuchando cada vez con menos interés nuestros corazones, llenando de ruidos vacíos nuestras vidas mejor dicho paseando nos de nosotros mismos para llenarnos de analgésicos emocionales, encadenando nos a estos analgésicos emocionales que la sociedad nos ofrece para no ahondar en la realidad de nuestras vidas.
Creo que la mayor parte de los problemas sociales y humanos a los que nos enfrentamos hoy en día es porque a medida que vamos creciendo como profesionales y personas es porque cada vez vivimos con menos amor reduciendo la expresión y la ilusión de amar a un segundo plano.
Y cristiano con menos amor a Dios queriendo reducir experiencia de Jesús arreglas pastillas de materia moral y ética omitiendo voluntariamente que para Jesús el amor está por encima de la ley y las costumbres convirtiéndonos en jueces prácticos en piadosos ciudadanos del siglo 21 que ejecuta leyes y reglas desde la justicia y no desde el amor.
Muchas veces yo me pregunto que si nuestras faltas de caridad que nos conllevan a vivir en una sociedad cada vez más deshumanizada y descentralizada de la figura de la dignidad del hombre no radican en la pérdida de la ilusión de sustituir a Jesús desde el Jesús histórico y no desde el Jesús de la fe desde el Jesús del amor desde el Jesús de la Caridad del sentimiento y la necesidad del hombre.
Los profesionales perdemos con el tiempo la primera ilusión que nos sedujo y nos atrapo de nuestra profesión convirtiendo nuestro trabajo en medio de producción masiva para nuestra supervivencia, olvidando la esperanza de poder crear cambio real en la sociedad a través de nuestro trabajo profesional olvidando la ilusión de ese primer amor mejor de dar el todo en nuestros medios de trabajo volviéndonos máquinas deshumanizadas desilusionadas sin amor que fabrican y producen capital para nuestra supervivencia.
Los matrimonios con el paso de los años y el peso de la rutina se convierten en compañeros de gastos con hijos en común olvidando ese primer amor ese primer encuentro esa primera ilusión esa cercanía ese trato ese sueño de haber encontrado a una persona para compartir por el resto de tus días sería muy injusto culpar a la rutina y al cansancio de los años nuestras perdidas de esperanzas que conllevan a intentar llenar nuestras ilusiones perdidas con ruidos efímeros y experiencias vacía para no examinar nuestros sentidos para no examinar nuestra vida a la luz del amor.
El ser humano tiene la necesidad vital de amar y sentirse amado y solo desde el amor desde la realidad y la grandeza que conlleva el amor escapas de sentirse completamente pleno.
Hoy más que nunca tenemos la necesidad de vivir ilusionados capaces de amar sin fecha de caducidad, capaces de sobrellevar nuestras fragilidades desde el amor con una ilusión de servicio a los otros con una ilusión de cambiar el mundo y la sociedad capaces de soñar grandes desafíos para la sociedad de hoy dando lo mejor de nosotros en nuestro paso por esta tierra capaces todos y cada uno de dejar huellas y no cicatrices en la humanidad en nuestra sociedad en nuestros ambientes esos rostros y nombres con los que nos topamos día a día y que durante los años van creciendo encontrar a Dios o al Ser Supremo de cada quien día tras día desde el sentido sobrenatural de nuestra existencia desde el amor viviendo con ilusión y esperanza en la dignidad de trabajar por la paz y los derechos humanos desde el amor haciendo de este sentimiento nuestra fuerza motriz.
Y es que aunque parezca mentira nacimos en un siglo de grandes así distracciones donde hemos ido poco a poco deshumanizándonos y escuchando cada vez con menos interés nuestros corazones, llenando de ruidos vacíos nuestras vidas mejor dicho paseando nos de nosotros mismos para llenarnos de analgésicos emocionales, encadenando nos a estos analgésicos emocionales que la sociedad nos ofrece para no ahondar en la realidad de nuestras vidas.
Creo que la mayor parte de los problemas sociales y humanos a los que nos enfrentamos hoy en día es porque a medida que vamos creciendo como profesionales y personas es porque cada vez vivimos con menos amor reduciendo la expresión y la ilusión de amar a un segundo plano.
Y cristiano con menos amor a Dios queriendo reducir experiencia de Jesús arreglas pastillas de materia moral y ética omitiendo voluntariamente que para Jesús el amor está por encima de la ley y las costumbres convirtiéndonos en jueces prácticos en piadosos ciudadanos del siglo 21 que ejecuta leyes y reglas desde la justicia y no desde el amor.
Muchas veces yo me pregunto que si nuestras faltas de caridad que nos conllevan a vivir en una sociedad cada vez más deshumanizada y descentralizada de la figura de la dignidad del hombre no radican en la pérdida de la ilusión de sustituir a Jesús desde el Jesús histórico y no desde el Jesús de la fe desde el Jesús del amor desde el Jesús de la Caridad del sentimiento y la necesidad del hombre.
Los profesionales perdemos con el tiempo la primera ilusión que nos sedujo y nos atrapo de nuestra profesión convirtiendo nuestro trabajo en medio de producción masiva para nuestra supervivencia, olvidando la esperanza de poder crear cambio real en la sociedad a través de nuestro trabajo profesional olvidando la ilusión de ese primer amor mejor de dar el todo en nuestros medios de trabajo volviéndonos máquinas deshumanizadas desilusionadas sin amor que fabrican y producen capital para nuestra supervivencia.
Los matrimonios con el paso de los años y el peso de la rutina se convierten en compañeros de gastos con hijos en común olvidando ese primer amor ese primer encuentro esa primera ilusión esa cercanía ese trato ese sueño de haber encontrado a una persona para compartir por el resto de tus días sería muy injusto culpar a la rutina y al cansancio de los años nuestras perdidas de esperanzas que conllevan a intentar llenar nuestras ilusiones perdidas con ruidos efímeros y experiencias vacía para no examinar nuestros sentidos para no examinar nuestra vida a la luz del amor.
El ser humano tiene la necesidad vital de amar y sentirse amado y solo desde el amor desde la realidad y la grandeza que conlleva el amor escapas de sentirse completamente pleno.
Hoy más que nunca tenemos la necesidad de vivir ilusionados capaces de amar sin fecha de caducidad, capaces de sobrellevar nuestras fragilidades desde el amor con una ilusión de servicio a los otros con una ilusión de cambiar el mundo y la sociedad capaces de soñar grandes desafíos para la sociedad de hoy dando lo mejor de nosotros en nuestro paso por esta tierra capaces todos y cada uno de dejar huellas y no cicatrices en la humanidad en nuestra sociedad en nuestros ambientes esos rostros y nombres con los que nos topamos día a día y que durante los años van creciendo encontrar a Dios o al Ser Supremo de cada quien día tras día desde el sentido sobrenatural de nuestra existencia desde el amor viviendo con ilusión y esperanza en la dignidad de trabajar por la paz y los derechos humanos desde el amor haciendo de este sentimiento nuestra fuerza motriz.
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